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“¿Sabe que es una persona no binaria?”, le preguntó al Papa Celia Fernández, de pelo corto, camisa, gorrita, miembro de una asociación no-binaria y católica. Otra joven lo interpeló: ¿Si no fuera feminista sería una mejor cristiana?

“Amén. Francisco responde” es el documental donde 10 jóvenes, de distintos países, interpelan al Papa entre otros temas “tabú” como la identidad de género y sexualidad, realizado para la cadena de streaming Disney Plus. El escenario del diálogo en modo sinodal, asambleario, en ronda, es un loft en un barrio alejado del Vaticano, a media hora del centro histórico, llamado Pigneto. El lugar elegido por el legendario escritor y cineasta Pier Paolo Pasolini, llamado el “Brooklyn romano”, es el escenario donde interpelan al referente religioso y político más destacado del mundo.

A los odiadores con fe el Vicario de Cristo les dice: “La Iglesia no puede cerrarle la puerta a nadie. A nadie” y añadió, sobre quienes se apoyan a la Biblia promoviendo el odio y exclusión del colectivo LGBTIQ+ (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales). “Esa gente son infiltrados que aprovechan la Iglesia para sus pasiones personales, para su estrechez personal. Es una de las corrupciones de la Iglesia”, aseguró el Santo Padre.

Francisco dice y dijo, en reportajes y en privado: “Somos todos hijos de Dios. Y Dios nos quiere como estamos, con la fuerza que luchamos cada uno por nuestra dignidad. Ser homosexual no es un delito. Es una condición humana”. También Jorge Mario Bergoglio expresa en la película documental “Francesco”: “Las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia. Son hijos de Dios, tienen derecho a tener una familia. No se puede echar de la familia a nadie, ni hacer la vida imposible por ello”.