En el marco del Día de la Ancianidad, que se conmemora cada 28 de agosto en recuerdo de los “Derechos de la Ancianidad” proclamados por Eva Perón en 1948, un grupo de mujeres sanjuaninas demuestra que el movimiento y la amistad son claves para una vejez plena.
Son casi 40 las integrantes de este espacio que funciona en el barrio Camus, en Rivadavia, y la mayoría supera los 80 años. Dos veces por semana se encuentran para hacer gimnasia, conversar y compartir momentos que fortalecen tanto el cuerpo como el espíritu. El grupo cuenta con un motor fundamental: el profesor de Educación Física Adrián Oliva, quien las acompaña desde hace más de diez años. En diálogo con sanjuan8.com, Oliva aseguró: “Es un grupo muy bueno, tenemos como lema no hablar mal del otro y siempre ser buen compañero. Además de la gimnasia, nos juntamos a asados y el próximo será el 20 de septiembre en Villa Tacú”.
Para muchas de las mujeres, la constancia de Oliva y su manera de motivarlas es clave. “Él nos anima a caminar, a bailar, a movernos siempre”, destacan. El único varón del grupo es Daniel Noé Ratá, de 87 años, quien abre y cierra el salón en cada encuentro.
“Después de los 60 la gimnasia es necesaria. Me siento mejor, con más ánimo, y la recomiendo”, asegura. Carmen, que está por cumplir 82 años, refuerza la importancia de esta experiencia: “Cuando éramos jóvenes no le dábamos importancia a la actividad física, pero ahora sí. Nos permite movernos, hacer amigas y no quedarnos en casa. Lo bueno es que acá evitamos hablar de política, religión o mal de otros, y eso nos mantiene unidos”.
En este Día de la Ancianidad, este grupo de mujeres de entre 60 y 88 años envía un mensaje potente: envejecer con dignidad también es moverse, reír y compartir con quienes hacen de cada día una celebración.