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A los 46 años, Nelly Furtado se ha consolidado como una voz potente en el movimiento body positive, desafiando las presiones estéticas de la industria musical y reivindicando la belleza real. Madre de tres hijos y diagnosticada con TDAH a los 44, la cantante canadiense —de origen portugués— ha transformado su historia personal en un mensaje de inspiración para miles de mujeres.

En redes sociales, Furtado ha compartido imágenes sin maquillaje, sin retoques y mostrando con orgullo su cuerpo natural. “Está perfectamente bien estar a gusto con lo que ves en el espejo, y también está bien querer algo diferente”, expresó, dejando claro que la autoaceptación no está reñida con el cambio, siempre que este sea una elección propia.

Rechazó someterse a cirugías estéticas, aunque no oculta el uso de recursos profesionales como cintas faciales, maquillaje corporal y estilismo para eventos. “El maquillaje puede lograr efectos asombrosos, igual que unas cejas perfectas o la ropa interior adecuada”, afirmó con naturalidad, desmontando mitos sobre la perfección física.

La maternidad, especialmente pasada la barrera de los 40, redefinió sus prioridades y su ética de trabajo. Como madre soltera, Furtado anima a otras mujeres a redescubrir talentos y perseguir sueños a cualquier edad, sin ceder a la culpa que muchas veces acompaña el cuidado de los hijos. “Ser artista es mi propósito”, aseguró.

En paralelo, se ha convertido en referente para quienes conviven con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Su diagnóstico tardío la llevó a buscar soluciones naturales y a reivindicar la disciplina como herramienta para potenciar su creatividad y bienestar mental.

Nelly Furtado demuestra que la autenticidad, la aceptación de la diversidad y el bienestar emocional son claves para brillar sin depender de estándares impuestos. Su mensaje a las mujeres es claro: celebrar la individualidad es un acto de libertad y de amor propio.