La muerte de Mahsa Amini, la joven iraní de 22 años arrestada por la llamada “policía de la moral” por llevar puesto su velo de forma “inapropiada”, provocó múltiples protestas en el país contra de la obligatoriedad del uso velo. El día de su funeral, de hecho, varias mujeres iraníes se quitaron el hiyab como símbolo de protesta. Su uso es obligatorio desde la instauración de la República Islámica en 1979.
El hiyab es un velo que las mujeres musulmanas utilizan para cubrir su cabello y parte del cuello, dejando al descubierto solo la cara. Algunos expertos sostienen que el uso obligatorio no está establecido en el Corán, que sí ordena “la modestia, la decencia y el pudor a la hora de mostrar públicamente el cuerpo”.
Pero en Irán, quitarse el hiyab es un delito punible. Según la ley vigente, las mujeres están obligadas a utilizar un velo que cubra su cabello y cuello, así como también a usar ropa larga y holgada que no de cuenta de las curvas de sus cuerpos. Quienes infrinjan la normativa, se enfrentan a reprimendas públicas, multas y detenciones.
Si bien algunas mujeres musulmanas lo consideran un símbolo de identidad, otras reclaman que su obligatoriedad supone una violación de sus derechos básicos. En la capital iraní algunas mujeres lo utillizan pero sin taparse completamente, como si lo hacen en los sectores más conservadores, por lo que el presidente Ebrahim Raisí —un ultraconservador que ganó las elecciones el año pasado— inició una campaña para detener y sancionar a las mujeres “que no lleven el hiyab de una forma adecuada”.
Las protestas en contra del velo obligatorio en Irán
Si bien las protestas contra su uso aumentaron en los últimos meses, el asesinato de Mahsa Amini las incrementó. Bajo los lemas “Justicia, libertad y no al hiyab obligatorio” y “Mujeres, vida y libertad”, las mujeres salieron a la calle a manifestarse sin utilizar el velo.
“La muerte de Mahsa se ha convertido en un punto de inflexión para las mujeres iraníes y un punto de inflexión para el régimen”, sostuvo este martes la periodista y activista Masih Alinejad, que comparte en sus redes sociales videos de la represión policial contra los manifestantes.
A falta de una confirmación oficial, una organización humanitaria denunció este martes que al menos cuatro personas murieron y 75 más resultaron heridas por disparos con munición real de las fuerzas de seguridad iraníes desde que se iniciaran las protestas el pasado fin de semana, según agencias internacionales.
A mediados de julio, en el marco del “Día Nacional del Hiyab y la Castidad” -establecido en el calendario oficial de Irán el año pasado en el marco de políticas que endurecen las normas de vestimenta de las mujeres-, activistas habían salido a protestar en las calles de Irán contra el uso obligatorio. “El Día Nacional del Hiyab y la Castidad es sólo una excusa para atacar a las mujeres y lanzar una nueva ola de represión contra el pueblo iraní y, en particular, contra las mujeres”, afirmaron en ese entonces.
El asesinato de Mahsa Amini
Mahsa Amini murió este viernes tras permanecer en coma luego de ser arrestada y llevada a la comisaría por la “policía de la moral”. Según las autoridades, la joven llevaba el velo demasiado bajo y sin cubrirle la cabeza.
Fue detenida el martes en Teherán, donde se encontraba de visita, y trasladada a una comisaria para asistir a “una hora de reeducación” por usar mal el velo. Horas más tarde, fue ingresada en el Hospital Kasra de la capital en coma luego de sufrir un ataque al corazón.
La policía afirmó entonces que la joven sufrió repentinamente un problema del corazón y publicó un video en el que supuestamente se ve a Amini cayéndose al suelo mientras habla con un agente en la comisaría, pero la familia no confirma que se trate de ella.
“No estaba enferma, como dice la televisión iraní”, afirmó Amyad Amini, padre de la víctima, quien asegura que las autoridades se negaron a entregarle la autopsia de su hija. “Fue golpeada dentro del vehículo policial y en la comisaría, pero no quieren publicar la grabación de las cámaras de seguridad”, agregó.
“No está claro cómo la golpearon. Las mujeres que estaban en la ambulancia dicen que tenía un golpe en la cabeza”, explicó Amini, advirtiendo además que la familia pidió que un perito examine el cuerpo de la chica sin que les dieran respuesta alguna.
Anteriormente, el hermano de la joven, había contado a medios locales que llegó a ver a Mahsa tras salir de la comisaría “con la cara destrozada y sus piernas azules e hinchadas”.