La iniciativa, de la que participan mujeres del sector empresarial, sindical, académico y de la sociedad civil, se llama #agendaxlaigualdad. En red, plantearon objetivos y propuestas concretas para construir la “nueva normalidad” post pandemia con mayor igualdad de género.
En solo seis días, más de 200 mujeres líderes en empresas, sindicatos e instituciones educativas y de la sociedad civil de todo el país firmaron un compromiso público de impulsar una agenda de igualdad que contribuya a disminuir la brecha de género en el mercado laboral.
“Queremos impulsar acciones de impacto en la economía real y promover un profundo cambio cultural en la sociedad. A partir de nuestras experiencias diversas, y apoyándonos en el enorme trabajo que vienen realizando mujeres líderes de Argentina desde hace décadas, nos autoconvocamos con la voluntad de promover acciones concretas”, señalaron las organizadoras desde el documento consensuado que pone el foco en tres objetivos y 12 propuestas.
Entre las más de 200 mujeres líderes firmantes estuvieron Viviana Zocco, de Upward Argentina, Paula Altavilla, de Whirpool, Rosario Altgelt, de LATAM, Laura Bernator, de Unilever, Mariela Belski, de Amnistía Internacional, Paula Cristi, de Despegar, Patricia Furlong, de American Express, entre otras.
En el contexto recesivo la agenda por la igualdad cobra, además, especial importancia si se tiene en cuenta que una mayor participación laboral de las mujeres provocaría un impacto positivo en el crecimiento económico nacional.
“Sabemos que no son temas nuevos pero entendemos que el momento de la pandemia es crucial para ponerlos en conversación, porque estas brechas de género se aceleraron y porque es importante pensar juntas acciones concretas que permitan construir una nueva normalidad con mayor igualdad”, explicó Julia Pomares, directora ejecutiva del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).
El primer objetivo del compromiso tiene que ver con “Promover la contratación de mujeres en empleos formales del sector privado y fomentar una mejor participación de las mujeres en sectores tradicionalmente masculinizados, incluyendo empresas lideradas por mujeres”.
Con ese faro, el documento se presenta como una invitación a hacer. Por ejemplo se propone fomentar procesos organizacionales libres de sesgos de género regulando anuncios de búsquedas laborales y utilizando evaluaciones transparentes; potenciar mecanismos para la formalización de trabajadoras en todos los sectores de la economía; implementar incentivos fiscales para la contratación de mujeres; favorecer el crecimiento de emprendimientos liderados por mujeres y de empresas cuyos directorios son paritarios a través de créditos; y remover barreras legales que boicotean la participación de mujeres en determinados sectores.
La gerenta general de Walmart, Dolores Fernández Lobbe, está convencida de la responsabilidad que tiene como mujer ocupando espacios de liderazgo de impulsar la agenda de igualdad: “Está comprobado que lograr equipos de liderazgo diversos impacta directamente en los resultados del negocio y produce mejoras en las compañías y en las sociedades. Desde el sector privado, entonces, hace mucho sentido para el negocio. Y es importante potenciar políticas que generen oportunidades al interior de las organizaciones para que las mujeres no solo puedan sumarse a los puestos de trabajo sino seguir desarrollándose también”.
“Las desigualdades estructurales tienen que ver con lo que pasa con las mujeres en el mercado de trabajo y al interior de los hogares. Las proyecciones que tenemos para la Argentina es que esta situación va a durar dos o tres años más, en el mejor de los escenarios. Por eso creemos que ahora es el mejor momento para actuar”, remarcó Gala Díaz Langou, Directora del Programa de Protección Social del CIPPEC, durante la presentación de la iniciativa.
Bajo el eje de redistribución de cuidados, las acciones propuestas apuntan a establecer un nuevo régimen de licencias basado en los principios de universalidad, adaptabilidad y coparentalidad; a la ampliación de cobertura de los espacios de crianza, enseñanza y cuidado para la primera infancia, de la jornada extendida para la educación primaria, y a potenciar los servicios dirigidos a las personas mayores y con discapacidad.
Por fuera de lo específicamente económico, un último objetivo del compromiso por la igualdad de género será “Romper estereotipos y fomentar y visibilizar la participación de las mujeres en la discusión y la toma de decisiones”. Por ejemplo a partir de incentivar la adopción de garantías de equidad en los directorios de las empresas privadas y de propiedad estatal, en las asociaciones colegiadas y en los consejos del sector privado y sindical.