Se trata de Gabriela Feresin, quien hace más de 26 años llegó a San Juan junto a su familia y actualmente forma parte de importantes investigaciones y trabajos que la llevan a recorrer diferentes parte del mundo.
Gabriela Feresin llegó a San Juan de su pueblo natal “Las Vertientes” en el año 92 y como Licenciada en Bioquímica comenzó a trabajar en la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ). En el 98 inició un doctorado en Bioquímica que la llevó a estudiar por ejemplo las plantas de uso medicinal o “yuyos” que recetaba la conocida señora de la Alfalfa. Sus investigaciones fueron y son publicadas en una revistas científicas del exterior. En la actualidad estudia plantas bulbosas que producen un fármaco conocido como galantamina que retrasa el déficit cognitivo del Alzheimer.
El proyecto se basa en la investigación de una serie de plantas de Amaralidaseas. “En el bulbo de algunas de estas especies se encuentra un alcaloide llamado Galantamina que fue aprobado por la FDA, como fármaco que se usa para contrarrestar el déficit cognitivo del Alzheimer”, explicó Gabriela, quien también se desempeña como presidenta del Consejo del Centro Regional INTA Mendoza-San Juan. La docente es profesora titular de dos cátedras de carreras de la Facultad de Ingeniería, en dialogo con Chicas Precavidas aclaró que la enfermedad no se cura, pero enfatizó que con este tipo de medicamento extraído de estos bulbos se puede frenar el déficit cognitivo.
En estos momentos hay un sanjuanino farmacéutico, fue becario, ya doctorado en Farmacia que trabaja también junto a ella. Los bulbos de Amaralidaseas crecen también en la Argentina. “Hay 60 especies y ya hemos estudiado alrededor de 30, se publicaron la investigación en una revistas científicas” dijo Gabriela Feresin, quien a la vez agregó que, actualmente se pretende propagar el bulbo en San Juan para conservar los existentes, para cuidar así el medio ambiente y para ello el becario doctoral de CONICET, Ing. agrónomo José Daniel Zaragoza Puchol trabaja en este proceso de propagación domo tema de su doctorado..
El proyecto cuenta con la colaboración con científicos de Barcelona y de varios países de Latinoamérica.
Gabriela y la señora de la Alfalfa
La científica a través de sus estudios pudo confirmar que algunas de las plantas que recetaba doña Felipa Rojas tenían efectos positivos.
“Estudiamos una especie que recibe el nombre común de “boldo de la cordillera” y la señora de la Alfalfa lo utilizaba para tratar el soplo. En ese momento me preguntaba ¿cómo podía hacer para demostrar si servía o no para esa problemática? Aislamos e identificamos una molécula que había sido encontrada en una planta de la India, donde se la usaba para inhibir la movilidad de los espermatozoides, es decir actuaba como un anti fertilidad masculina reversible. Extrañamente la planta “boldo de la cordillera” tenía esa la misma molécula. Costó mucho establecer la estructura química de la molécula, fue a través de una beca en la Universidad de La Laguna en Tenerife, España, donde se pudo determinar. Con la molécula se hicieron ensayos sobre el parasito Tripanosoma cruzi que causa el Chagas, se evidencio que mataba el parásito, entonces con los colegas de ese momento, hicimos la relación de que cuando la gente tiene la Enfermedad de Chagas, sufre un daño en el miocardio (tejido del corazón) y entonces probablemente la gente que padecía de esta enfermedad, tomaba el té que recetaba doña Felipa y se sentía mejor, porque el uso constante de ese te, tenía el compuesto que mataba los parásitos. Con la becaria doctoral Renata Spina y colegas de la facultad de medicina de UNCuyo, estudiamos el mecanismo por el cual embelina mata el parásito, se determinó que produce un estallido metabólico en el interior del parasito, vía estrés oxidativo, así embelina obtenida del “boldo de la cordillera” funciona como un antiparasitario”, explicó Gabriela Feresin