Skip to main content

El municipio de Pocito dio un paso significativo en la lucha contra el acoso sexual callejero al introducir sanciones severas para esta conducta bajo su nuevo Código de Faltas, que entró en vigencia con la inauguración del Juzgado de Faltas y Convivencias. Esta normativa representa un avance pionero en la provincia, ya que no existen disposiciones similares en otros departamentos ni en el código provincial.

Sergio Martín Escamilla, el juez a cargo del nuevo Juzgado, destacó que el Código de Faltas de Pocito incluye el acoso sexual callejero como una contravención específica dentro de un capítulo dedicado a la “protección y cuidado integral de la persona”. Las sanciones establecidas para este tipo de acoso varían entre $50.000 y $1 millón. Escamilla explicó que la magnitud de las multas refleja la importancia que el municipio otorga al cuidado de las personas afectadas.

“Esta multa alta se debe a la escala de valores que establecimos al confeccionar el Código. Queremos resaltar la importancia del cuidado de la persona y dar un mensaje claro sobre el rechazo al acoso sexual callejero, una falta que no se contempla en los códigos de otros departamentos ni en el provincial”, afirmó Escamilla.

El Código de Faltas también incorpora mecanismos alternativos de resolución de conflictos como la conciliación, la mediación y el acuerdo, que se aplicarán a casos de acoso sexual callejero. El juez explicó que, además de la multa, se puede exigir al infractor que participe en programas educativos de la Dirección de la Mujer para comprender el impacto de sus acciones. “Si se determina que el infractor no entiende la falta ni el daño causado, puede ser obligado a participar en programas con perspectiva de género. En caso de negativa o reincidencia, se impondrán las multas correspondientes”, agregó Escamilla.

El acoso sexual callejero se define en el nuevo Código como “agresiones físicas, verbales y/o gestuales de contenido obsceno contra quien no consiente estas acciones”, incluyendo también los piropos persistentes que se convierten en hostigamiento. Escamilla precisó que no se considera acoso un comentario ocasional hecho por un desconocido.

El procedimiento para denunciar acoso sexual callejero inicia cuando la víctima presenta una denuncia, que debe incluir su DNI y cualquier prueba disponible, en el Juzgado o en una comisaría. El Juzgado derivará la denuncia a los inspectores municipales para investigar el caso y, de ser confirmada la infracción, el juez aplicará la sanción adecuada. Además, se contempla una sanción para denuncias falsas, subrayando la necesidad de que los vecinos actúen con seriedad y respeto.

Con esta nueva normativa, Pocito se posiciona como un referente en la protección contra el acoso sexual, destacándose por sus esfuerzos en abordar este problema social con medidas firmes y innovadoras.