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Un testimonio desgarrador resonó en los pasillos de Tribunales este lunes, cuando una valiente sanjuanina se enfrentó a tres jueces para relatar el calvario que vivió a manos de su ex pareja. A pesar de la condena impuesta en un juicio abreviado, la víctima no encontró consuelo y expresó su temor ante la eventualidad de que su agresor la busque una vez que cumpla su pena.

El acusado, identificado como Pablo Badilla, fue sentenciado a 7 años de prisión efectiva por amenazas simples y abuso sexual con acceso carnal en concurso real. Sin embargo, para la mujer que lo enfrentó en la sala de audiencias, esta sentencia no es suficiente para reparar el daño causado.

Con valentía y con el apoyo de su psicóloga y el personal de UFI CAVIG, la víctima compartió su experiencia frente a los jueces, rompiendo el silencio que había mantenido durante mucho tiempo. “Primero me da muchísima vergüenza de estar acá frente a todos. Estuve mucho tiempo sin hablar. Me manipuló tanto que nunca me di cuenta de que estaba siendo abusada”, expresó visiblemente afectada.

Las palabras de la mujer revelaron el profundo impacto emocional y psicológico que dejó el abuso y la violencia sufrida. “No puedo creer lo que me ha hecho. No me merezco ni me merecí nada de lo que me hizo”, lamentó, mientras compartía el terror de las amenazas recibidas por parte de su agresor.

A pesar de la condena impuesta por el tribunal, la víctima expresó su descontento y su sensación de desamparo. “Me voy disconforme. Me voy con muchísimo daño. Me ha abusado, me pegaba y me decía que me tenía que quedar quieta porque era su mujer”, declaró con determinación, denunciando el ensañamiento y la crueldad de su agresor.

El caso, que conmocionó a la opinión pública, pone de manifiesto la importancia de brindar apoyo y protección a las víctimas de violencia de género, así como la necesidad de una justicia que responda de manera efectiva y contundente ante estos crímenes atroces.