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Marcela Elizondo (37), médica, especialista en cirugía. Desde el año 2017 trabaja en el proyecto de la mina ubicada en Veladero, Iglesia. Ella empezó en una empresa contratista de salud y desde el 2020 en plena pandemia fue convocada para empezar a trabajar en la empresa Veladero.

Los desafíos empezaron a crecer y mientras avanzaba en su carrera laboral decidió ser madre y fue ahí que, junto a su compañero de vida, Mario comenzaron a transitar por el camino de construir una familia con una nueva integrante. Marcela tuvo que dejar de subir los más de 4 mil metros de altura y comenzó a trabajar en las oficinas ubicadas en Trinidad.

Mientras la panza crecía, seguía trabajando y fue ahí que comenzó a especializarse en medicina laboral. Cuando nació Gina Valentina los retos fueron creciendo aún más porque siguió estudiando y trabajando junto a ella. “Que sea online facilitó que pueda avanzar en esa especialización y ahora estoy a un paso de ser especialista en Medicina Laboral”, contó orgullosa Marcela.

 

El trabajo de mujer minera y de mamá es una gran experiencia, llena de desafíos, sueños y repleta de sentimientos a flor de piel. Agradezco mucho la oportunidad que me da la empresa de seguir creciendo profesionalmente y a mi familia que me apoya en todos mis proyectos.

 

A los 12 meses de Gina dejó la oficina ubicada sobre calle Villagras y subió a la mina de nuevo. La sensación era diferente a la del 2017 porque esta vez volvía al proyecto dejando a su beba que ya había empezado con leche de fórmula para que el destete sea más amigable y no repentino.

 

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Marcela relata que no fue fácil el regreso a la mina. Al principio la comunicación era agradable y las videollamadas eran pura risa, pero a medida que pasaban los días Gina comenzaba a extrañar y lo manifestaba a través de las lágrimas. Ahí, Mario cumplió un papel fundamental ya que trataba de suplir el rol de Marcela y a la vez tenía que contenerlas a ambas.

“Sin él no podría ser posible porque cuida a Gina mientras estaba en el proyecto y fortaleció nuestra pareja ya que cada bajada siempre era un rencuentro”, explica.

 

Actualmente, ella está pasando por su segundo embarazo y se encuentra trabajando en una oficina en el llano de San Juan y en un mundo donde la maternidad y la carrera profesional a menudo parecen incompatibles, Marcela Elizondo, una valiente “minera” y especialista en cirugía, demostró que los desafíos pueden superarse.

 

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