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Por: Oriana Godoy

 

En el marco del Día del Padre, es nuestra oportunidad para reflexionar acerca del rol del papá; y por ende del hombre. Históricamente, hemos crecido con una idea de familia en la que la mamá era aquella persona sensible, amorosa, cariñosa que se quedaba en casa con sus hijos e hijas. Mientras que el padre, era el proveedor, el sostén, la autoridad; pero eso ha ido cambiando, lo que nos permite hablar de nuevas formas de paternar.

 

Los mandatos sociales y las tradiciones fueron moldeando la figura del hombre y del padre y también las formas de crianza y cuidado de los hijos/as. De esta forma, la responsabilidad del padre siempre se ha asociado al factor económico, dejando de lado la dimensión afectiva. En este sentido, los cambios y transformaciones propias de las sociedades de la época lentamente han irrumpido en este ideal de familia y de los roles tan marcados que se les asignaron a madres y padres. Esto ha permitido que, en el ámbito académico, se debatieran los conceptos de “nuevas masculinidades” y “nuevas paternidades”; pero ¿podemos aplicarlos en la actualidad?.

 

Octavio Caballero, Juez de Paz de Zonda, presentó hace unos años una ponencia sobre nuevas masculinidades. Para el letrado, las masculinidades refieren a aquel proceso de construcción de las identidades de los varones. Pero ese proceso de construcción no es ajeno a lo social: a costumbres, estereotipos, tradiciones. Por ello, Octavio afirma y destaca desde su rol de padre, que “esta sociedad qué nos pide a los varones, que seamos fuertes, independientes, protectores, responsables y con autocontrol; que no expresemos nuestras emociones y que tengamos una participación más activa y dominante”.

 

Si bien estos modelos de familia han ido mutando ya sea por la diversidad sexual o incluso por el reclamo de la lucha feminista, todavía se siguen presentando ciertas resistencias a la ruptura de estas estructuras que han construido un ideal del rol del padre y esto tiene que ver con una postura más conservadora del varón. El abogado sostiene que cuando el hombre opta por actuar de una manera distinta a la establecida socialmente “pone en riesgo su identidad masculina”, porque dependen del qué dirán.

 

Las transformaciones requieren de voluntades, en este caso de decisiones y predisposiciones de los padres acerca de su rol, pero que incluya la dimensión afectiva. Octavio cree que los hombres “tenemos que reflexionar, internalizar y después actuar y ejercer una paternidad atravesada por la masculinidad disruptiva. Es decir, tenemos que dejar de lado la figura autoritaria del varón, la de aquel que determina su rol por su capacidad económica y acciona un poder que es incuestionable”. A su vez, el jurista afirma que “quienes paternamos debemos dar el salto y romper ese esquema viejo y ancestral del autoritarismo paterno para pasar a un uso racional del poder y en conjunto con la pareja (madre o padre) y que implique el afecto, el cariño, la ternura”.

 

El feminismo como impulsor de las nuevas formas de paternar

 

Victoria Galoviche, socióloga y docente de la Universidad Nacional de San Juan, ha abordado y estudiado sobre “masculinidades” en las especializaciones que ha realizado en los últimos años. Victoria explica que, tanto las categorías de “nuevas masculinidades” y “nuevas paternidades” están en revisión. Se habla de estos conceptos porque, según la socióloga, autores hablan de que desde hace unos años estamos frente a “una crisis en la paternidad, de la que surgen nuevas formas de paternar”.

 

Así, Victoria expresa que las nuevas masculinidades y paternidades son entendidas como “aquellos sujetos que viven una nueva forma de ser varón y de ser padre, que se aleja de la tradicional”. Si bien la socióloga cree que aún falta mucho para hablar de estos nuevos modos de ser padre y varón, sí destaca el hecho de que hoy en día hay paternidades y maternidades que ponen foco en la corresponsabilidad. Es decir en la responsabilidad compartida, que consiste en una distribución de las tareas de cuidado familiares o domésticos de forma equitativa.

 

En relación a las leyes o políticas públicas en Argentina, cabe destacar que de a poco están tratando de igualar los roles de maternidad y paternidad. Pero, según la socióloga esto deviene de nada más y nada menos que la lucha feminista, que ha sido históricamente el sujeto de cambio para la conquista de derechos tanto de mujeres e infancias. Entonces, si hoy en día estamos hablando de nuevas paternidades, es porque, tal como afirma Victoria Galoviche, “los feminismos han logrado instalar el tema en la agenda”.

 

La lucha feminista, entre otras cuestiones, convoca tanto a mujeres como a varones que ofrecen resistencia contra las jerarquías y las desigualdades entre los géneros. De esta manera, las licencias por maternidad y paternidad más equitativas, la tenencia y crianza compartida e igualitaria son algunas de las problemáticas que los feminismos han traído a colación y se han puesto en discusión en el entorno cotidiano de todos y todas.

 

Tanto Octavio como Victoria sostienen que en la actualidad no deberíamos hablar de nuevas paternidades, pero también concuerdan en que sí nos estamos acercando poco a poco. Pero, hay que destacar que es necesario que las familias, las instituciones, los medios de comunicación propicien los espacios que permitan la construcción de nuevas identidades y en consecuencia, de nuevas paternidades.