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Agostina Trigo tenía 22 años y vivía en San Martín con su abuela. Tenía un hijo que cumplió 4, y el domingo pasado le festejaron su cumpleaños. Ese mismo día fue hasta Buen Orden para concretar un trabajo de niñera, pero no regresó. Su cuerpo fue encontrado este miércoles en un galpón abandonado. La asesinaron.

 

Con una vida cargada de tragedia, Gladys Domínguez detalló que le pidió a su nieta que no fuera hasta donde la habían citado porque ya era casi de noche, pero Agostina insistió que debía hacerlo para comenzar a trabajar el lunes y se fue. El último audio que le mandó la mujer nunca fue escuchado por la joven.

 

“Anoche (por el martes) me llamaron para ir a ver las imágenes de las cámaras de seguridad de la plaza de Buen Orden para reconocer a mi nieta, y la reconocí. Ella se bajó del micro ahí y después se fue a una esquina, donde parecía esperar que la pasaran a buscar”, contó la mujer a Diario UNO antes de enterarse del hallazgo del cuerpo.

 

En el momento que la mujer reconoció a aquella joven del video como su nieta, hicieron un rastrillaje en ese lugar, alrededor de las 22 del martes. “Fueron con un perro de rastreo que fue desde la parada de colectivo hasta la esquina donde se quedó esperando que la pasaran a buscar”, explicó Gladys y agregó: “En el video se ve que pasó un auto blanco que siguió y se frenó. Ella se queda un rato mirando hasta que camina hacia donde estaba ese auto, pero no se ve más nada”.

 

Hasta ese lugar el perro de rastreo llegó. El recorrido lo hicieron dos veces, y el animal marcó el mismo sector, por lo que creen que Agostina Trigo se subió a ese vehículo.

Las últimas horas de Agostina Trigo

“Me pareció raro que fuera el domingo tan tarde, pero ella me venía diciendo que había conseguido un trabajo por Facebook de niñera. Que era un camionero con un nene de 4 años, y quedaron que ella fuera a conocerlo para empezar a trabajar. Le había dicho que fuera el domingo, pero ese día le festejamos el cumpleaños a mi nieto, y ella le había avisado que ese día era imposible. Le dijo que fuera el sábado, pero ese día le mandó un mensaje y le dijo que se le había complicado con el transporte”, detalló Gladys.

 

Agostina, como a las 19.15 del domingo, recibió otro mensaje del hombre: “Ella me hizo escuchar un audio donde el hombre le hablaba y le decía que más tarde, cuando pudiera, fuera para Buen Orden, porque se iba de viaje y así ya conocía la casa y al nene, y arreglaban para que comenzara el lunes”.

 

“Yo le dije: ‘No Agostina, porque ya es tarde, se está poniendo oscuro y vos no conoces la zona’, pero ella me dijo que iba y volvía, que era para conocer la casa y al nene así empezaba a trabajar el lunes, sino tenía que esperar hasta el otro lunes”.

 

En el audio que le mandó el hombre, Gladys escuchó que le dijo que tenía el auto roto y que la iba a buscar en la moto por la plaza.

 

Ella se cambió de ropa de la que tenía puesta en el cumpleaños de su hijo. “Se puso una calza negra, zapatillas negras y un buzo verde. Me dijo: ‘Voy y vengo’, y yo me quedé acá ordenando las cosas con los niños. Cuando entro a la casa me di cuenta que no se había llevado el cargador del celular. Era raro porque su teléfono andaba mal y se le apagaba rápido. Tampoco se llevó documentos, solo la plata para el micro y el celular”.

 

A pesar que la abuela no estaba de acuerdo con que se fuera, le dijo que le mandara la ubicación y el contacto del hombre. Pero Agostina no lo hizo. Alrededor de las 22, Gladys la vio en línea y le mandó un audio recordándole lo que le había pedido, pero la joven nunca llegó a escuchar ese audio.

 

Un rato antes, “a las 21.15 le mandó un audio una amiga que le preguntó dónde estaba, y ella le dijo: ‘Acá estoy, en la parada esperando que me pasen a buscar'”.

 

La vida de la joven madre

Gladys detalló que Agostina estaba con tratamiento psiquiátrico y psicológico porque estaba deprimida: “Hace 10 años perdió un hermanito que tenía 4 años. Se murió ahogado en su cara y ella siempre se culpó por eso. Tuvo muchas internaciones, muchos ingresos al hospital. Ella está en tratamiento por eso, se intentó quitar la vida varias veces. Entra en pánico en la oscuridad y en la soledad, no le gusta estar sola”.

 

El papá del hijo de Agostina vive en San Luis, y la relación estaba terminada. Además, tiene una hermana de 18 años y un hermano de 9 años. Gladys vivía con ella y con otras dos nietas, quienes están a su cargo, además de su bisnieto, quien también estaba bajo su tutela por orden del Juzgado, debido a las crisis que tenía la chica.

 

Además, el papá de Agostina falleció hace tiempo y con su mamá tenía buena relación, pero no vivía con ella, “Agostina vive conmigo desde chiquitita, yo la crié”.

 

La abuela aseguró: “Hace tres noches que no duermo pensando y pensando a ver si se me viene otra cosa a la cabeza para tratar de encontrarla”, decía minutos antes de conocer el trágico final.