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Si pensamos en la bandera, es inevitable recordar a Belgrano. Sin embargo, existe otro nombre, el de una mujer que mucho tuvo que ver con su creación: María Catalina Echevarría. Ella junto a otras dos mujeres, cuyos nombres no se conocen, confeccionaron con sus manos la primera bandera nacional.

María Catalina nació en 1782 en Rosario. Era hija de inmigrantes vascos y hermana de un amigo de Belgrano. Fue durante una estadía del prócer en la casa de María Catalina que le encomendó la tarea.

Ella compró telas, unió los retazos celeste y blanco y agregó hilos dorados a la terminación: una tarea artesanal que demandó al menos 5 días y para la que necesitó asistencia de dos vecinas. No sólo confeccionó la primera bandera argentina, sino que asistió también a la ceremonia de jura, a orillas del Paraná y frente a las baterías de artillería Independencia y Libertad. Esto es llamativo porque las mujeres no participaban de esta clase de actos.

María Catalina Echevarría consiguió representar en tela nuestra bandera nacional. También ayudó en consagrar a Belgrano. No obstante, durante doscientos años en los homenajes nunca se la tuvo en cuenta. Una placa colocada en el pasaje Juramento, a metros del Monumento Nacional a la Bandera, se convirtió en el primer recuerdo formal que se le realizó en su Rosario natal.

En esa época las mujeres no formaban parte de la escena pública, pero hoy podemos repensar estas historias, ponernos las “lentes del género” para observar los modos en que ellas también fueron partícipes de la construcción de nuestra Patria.

 

Fuente: educ.ar