El gobierno de Sudán dio un paso fundamental respecto a los derechos de las mujeres. En primer lugar, se ratificó una ley que penaliza la mutilación genital femenina, tres meses después de que el gabinete aprobara enmiendas al Código Penal para castigar a quienes realicen el procedimiento. Asimismo, fue habilitada la libre circulación de las mujeres: ya no será necesario el permiso de los hombres de sus familias para viajar.
La mutilación genital femenina es un ritual generalizado en el país africano que, según las Naciones Unidas, afecta aproximadamente a nueve de cada diez niñas. La ONU asegura, además, que se trata de una práctica muy extendida en otros países de África, Medio Oriente y Asia, y que perjudica a millones de mujeres.
Ahora, el Consejo Soberano de Sudán, compuesto por figuras militares y civiles, aprobó una serie de leyes históricas, incluyendo la criminalización de este ritual ancestral. Conocido también como corte genital, el Ministerio de Justicia sudanés sostuvo que “socava la dignidad de las mujeres”.
“La mutilación de los órganos genitales de una mujer ahora se considera un delito“, comunicaron las autoridades. El incumplimiento de la ley será penado con hasta tres años de prisión y los hospitales, clínicas u otros lugares donde se lleve a cabo este tipo de operación serán clausurados.
El primer ministro, Abdalla Hamdok, elogió la decisión y manifestó que es “un paso importante en el camino hacia la reforma judicial y para lograr libertad, paz y justicia“.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) también celebró la medida. “Esta práctica no es solo una violación de los derechos de todas las niñas, es perjudicialy tiene graves consecuencias para la salud física y mentalde las niñas“, indicó Abdullah Fadil, representante de Unicef en Jartum.
Sudán ya estuvo cerca de la prohibición de la mutilación genital femenina en 2015, cuando se discutió un proyecto de ley en el Parlamento. En ese momento, la iniciativa fue rechazada por el expresidente Omar al-Bashir, quien cedió ante la presión de algunos líderes musulmanes.
Además de penalizar esta tradición, la Justicia sudanesa determinó que las mujeres ya no necesitanpermiso para circular por parte de los hombres de sus familias, un requisito que estaba vigente para que las madres pudieran viajar con sus hijos.