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La industria publicitaria está empezando a registrar el cambio de época: a mostrar hombres que ejercen la paternidad y cuidan a sus hijos, a mostrar la sangre roja de la menstruación, a mostrar que ser hombre, mujer y heterosexual no es la única forma de ser.

 

Esta vez fue el turno de Sprite, que en el contexto de la 28° Marcha del Orgullo LGBTI+ (lesbianas, gays, bisexuales, travestis, trans, intersexuales y otras identidades) lanzó una publicidad en las redes sociales que emocionó incluso a los más escépticos. No es sólo ese el contexto: Argentina acaba de dar una señal al mundo de inclusión cuando Alberto Fernández, el presidente electo, se mostró orgulloso junto a su hijo Estanislao, que es drag queen.

En la publicidad, que rápidamente se convirtió en tendencia en Twitter, se ve a una madre que ayuda a maquillar a su hijo varón: un legado de estética doméstica que, según las viejas normas, las madres pasaban a sus hijas mujeres. Se ve a una chica ayudar a un amigo a colocarse un binder, las fajas seguras que usan los hombres trans para aplanar las mamas.

Se ve a una drag queen, con las uñas pintadas de verde -el color del aborto legal, seguro y gratuito- colocarse una peluca con ayuda de su abuela: la misma abuela que luego ayuda a ese nieto (porque las drag queens no suelen ser mujeres trans sino hombres que se “montan” para crear un personaje) a ajustarse el corset.

 

Se ve a una pareja de mujeres y un grupo de niños y niñas pintar un corazón blanco en medio de la bandera de la diversidad, como una síntesis en trazo infantil del lema que dice que “el amor vence al odio”. Y a una pareja de varones jóvenes darse la mano en el asiento trasero de un auto -uno de ellos con las uñas pintadas – y llegar, todavía de la mano, a la fiesta callejera en el corazón de la ciudad de Buenos Aires, que es un símbolo de la lucha y de la celebración. Lucha y reivindicación por los derechos conquistados y todos los que faltan; fiesta, por el orgullo de poder ser.

 

El remate es con una frase que pone patas arriba la idea de humillación que se supone que siente un padre cuando “le sale” -a él le sale- un hijo gay: “Orgullo, lo que sentís cuando alguien que querés elige ser feliz”Termina, además, con lenguaje inclusivo: no dice “no estás solo”, tampoco “no estás sola”. Dice “No estás solx”, y al sacar a la diversidad del aislamiento y al cuestionar la héteronorma, es doblemente inclusiva.

 

Aunque en inglés, la canción que recorre el video apuntala la emoción. Se llama “Nunca caminarás solo” y dice: “Cuando camines a través de una tormenta/ mantené la cabeza en alto/ y no tengas miedo a la oscuridad/ al final de la tormenta/ hay un cielo dorado/ y la dulce canción plateada de una alondra/ camina a través del viento/ camina a través de la lluvia/ a pesar de que tus sueños sean descartados y exploten/ sigue adelante, sigue adelante/ con esperanza en tu corazón/ y nunca caminarás solo (…)”.