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Desde el 14 de noviembre de 2016, la neocelandesa Sarai Bareman (hija de samoana y holandés) es la CEO del fútbol femenino en la FIFA y debe reportar al secretario general adjunto de la entidad, el croata Zvonimir Boban (ex jugador del Milan) y forma parte del Consejo de Administración de la entidad madre del fútbol mundial, en Zurich.

Animada por su padre, fue futbolista desde niña, y luego trabajó en la gestión financiera de la Federación Samoana, llegó a ser secretaria general adjunta de la Confederación de Oceanía, y fue la única mujer que formó parte de la Comisión de Reformas de la FIFA y fue la impulsora de la presencia de un cupo de mujeres en los puestos de responsabilidad, lo que fue votado por unanimidad en el Congreso Extraordinario de 2016.

Bareman dialogó al finalizar la Convención de Mujeres y Fútbol, desarrollada en el contexto del Congreso de la FIFA que reeligió a Gianni Infantino como presidente hasta 2023.

– ¿Qué conclusiones saca de esta convención y de la organización de este Mundial femenino?

– Que es absolutamente positivo. Estos dos días de convención de mujeres y fútbol fueron excelentes. Esto fue apenas una gotita de lo que veremos en este mes en Francia.

– ¿Qué es lo que se ve en el futuro, luego de esta convención?

– Una de las mejores conclusiones que se pueden sacar es que ahora nosotras tenemos una institución atrás, así como gobiernos, empresas, sociedad civil, que nos apoyan. También, que van apareciendo formalidades y convenciones necesarias en un crecimiento, y mejores relaciones entre las organizaciones y sus miembros, con un mismo objetivo: el crecimiento del fútbol femenino.

– ¿Qué falta, entonces, para que el crecimiento sea definitivo?

– Estos dos días de convención sobre Mujer y Fútbol hubo brillantes intervenciones que me ayudaron mucho a pensar, pero además me quedo con lo que dijo el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, al final: que él es un hombre de acción y que entonces nosotras tenemos que actuar ahora. Que todo es muy lindo pero que tenemos que hacer cosas, y en eso también estamos incluidas las miembros de las distintas asociaciones.

– Eso es importante, porque entre los dirigentes de la FIFA o de las asociaciones y confederaciones se ven pocas mujeres todavía.

– Así es. Nosotras necesitamos aportar más mujeres a la organización para que tomen decisiones porque las mujeres suelen tomar buenas decisiones. Lo dijo bien Infantino, que cuando en las reuniones sólo hay hombres, hay peleas, el ambiente se tensa y que cuando traes a una mujer, cambia el clima de la reunión, cambia la atmósfera. Por eso, creo que hay que empoderar a muchas mujeres para que se acerquen a la organización del fútbol.

– ¿Cuál es el mejor sistema para que las mujeres se acerquen al mundo de las decisiones en el fútbol, no sólo para jugarlo?

– Creo que necesitamos mujeres en el poder, por un lado, y ensanchar las bases en el juego, por otro. Creo que tanto la FIFA como otras instituciones debemos generar regulaciones para acercar a las mujeres, como por ejemplo, programas de liderazgos, cursos, educación y capacitación.

– Usted dijo que el objetivo para 2026 es que haya 60 millones de jugadoras en todo el mundo, el doble que ahora. ¿Es posible?

– Lo es, es un reto, como también, proteger a todas las jugadoras porque ese es nuestro grupo de interés. Sabemos que aún hay países en los que no se quiere que las mujeres se relacionen con el fútbol. Es una lucha que tenemos que dar desde la FIFA.

– Sabemos que Colombia quiere organizar el próximo Mundial. ¿Es posible?

– Sí, sabemos que hay muchos países que quieren albergar el Mundial que viene porque cada vez hay mayor interés.

– Hay un preconcepto machista en el fútbol no sólo en cuanto a cargos, sino también en el juego.

– Así es, y tenemos que hacer visible, en los próximos meses, que no es así y que las mujeres pueden jugar normalmente. Nosotras vemos ahora que los padres de las chicas que juegan se van dando cuenta de que pueden hacerlo y una de las mejores muestras es este mismo Mundial, en el que se puede ver a jugadoras del más alto nivel.

– ¿Cuál es su vínculo con Argentina?

– Es un país que tiene un gran protagonismo en el fútbol masculino y también lo está comenzando a tener en el femenino. Y de hecho, se ha clasificado para este Mundial y lo está disputando. Pero yo tengo un vínculo especial con este país, además, porque visité Buenos Aires como jugadora y enfrentamos a Boca Juniors. Recuerdo la impresión que me dejó la Bombonera, con esas tribunas como acantilados…