El titular de OIT Argentina Pedro Américo Furtado de Oliveira reseñó que en la tierra “del ‘Nunca Más’, en el país del ‘ni una menos’, los argentinos y las argentinas merecen un futuro de trabajo con equidad de derechos y oportunidades”. En contexto histórico la OIT proclamó que si bien hace cien años se buscaba reglamentar la jornada laboral de 8 horas el presente exige asegurar igualdad en el mundo laboral. De cara a su próximo encuentro mundial, que se celebrará en Ginebra del 10 al 21 de junio, la OIT convocó a enfrentar la violencia y el acoso laboral. Furtado de Oliveira remarcó “la necesidad de establecer igualdad y protección frente conductas y lenguajes ofensivos sobre género, orientación sexual, raza, religión, discapacidad o salud”.
Para la OIT hubo ya algunos pasos para mejorar, enumeran así que se conformó una comisión tripartita para la igualdad de oportunidades, protocolo de actuación sobre violencia laboral, certificación para la igualdad de género y otras normas. Furtado de Oliveira reseñó que es necesario aplicar un programa transformador y mensurable “con políticas salariales transparentes e incentivos para que las empresas asuman compromisos”. Cualquier otro rumbo, a consideración de los expertos en materia laboral incrementará grietas históricas y desembocará en un futuro cada vez más incierto. La especialista de mercado de trabajo inclusivo de la OIT Argentina Elva López Mourelo remarcó que “el imperativo social y económico de la igualdad de género es incuestionable”.
Modelo Nacional
Entre las variantes que certifican la falta de equidad laboral aparecen, según laOIT: desigual reparto de las tareas del cuidado; participación en el empleo; segregación ocupacional; brecha salarial, y acceso a puestos jerárquicos. Del total de personas en edad de trabajar 7 de cada 10 varones participan de la fuerza laboral frente a 5 de cada 10 mujeres que lo hacen. Ellas sufren notoria desventaja: hay un 44 % de mujeres ocupadas versus un 64 % de varones.
El agravante que remarcó la OIT es que también las mujeres son quienes llevan a cabo la mayor parte de las tareas de cuidado y hogar, lo cual limita sus chances para obtener empleo e incluso este trabajo del cuidado es realizado por niñas. Según los datos más recientes, el 5,6% de las niñas de 5 a 15 años en la Argentinadedican 10 horas o más a tareas domésticas.
El empleo “en negro” también las afecta en mayor medida, si consideramos la tasa de empleo no registrado del 37 % comparada con 32 % para los varones. “Esa no es una pauta común al resto del mundo, es muy propio de este país”, precisó López Mourelo y acotó “el 75 % del millón de trabajadoras domésticas en Argentina son informales. Apostar por el trabajo decente del cuidado es una inversión crucial para avanzar hacia la igualdad de género, pues permitiría mejorar las condiciones de trabajo del 33 % de las mujeres ocupadas enArgentina”.