Amelia es la primera mujer sanjuanina en convertirse en referí de un deporte extremo y luego de seis años de imponerse en las canchas provinciales sigue siendo la única. Cree que en los próximos años varias mujeres más se recibirán y empezarán como ella de a poco, muy de a poco a copar algunas canchas.
Su amor y pasión hacia un deporte que es dominado y dirigido en un alto porcentaje por hombres comenzó de adolescente, cuando acompañaba a uno de sus hermanos a los partidos juveniles. Luego, esa pasión la marcó cuando su novio, padre de sus cuatro hijos, también era jugador y ella lo acompañaba.
En ese entonces no pudo jugar porque ni siquiera era una posibilidad, pero sin imaginarlo se convirtió en la entrenadora de los niños del Jockey Club y al desconocer la “esencia del reglamento” se metió en un mundo un poco más complicado y conservador: el arbitraje.
No fue nada fácil ni repentino. Tuvo que estudiar y entrenar para poder dirigir los encuentros que en un primer momento según relató costó que se acostumbren a que los límites en la cancha los ponía una mujer. Luego de muchos años de trabajo y de recorrer gran parte del país se convirtió en una de las seis réferis del panel de la Unión Argentina de Rugby y ya dirigió dos sudamericanos y los nacionales de clubes.
“No me gusta que me den el asiento del colectivo por ser mujer, sino porque lo necesite” reflexiona.
Comment here
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.